(uNo pAra DoS)
A Seryöêl por hacer de nuestros reflejos un eco al mar.
Almares de marea alta…
Almares de marea alta…
Mientras todo parece mantener su cadencia, nuestros ojos se abren con el día. Movimiento hacia una aventura tras la ventana de carretera. Avanzamos y el alrededor se depone tan luminoso como la neblina, el cerro se viste su falda de nubosidad.
El día inicia: un niño dibujando círculos, una terminal de metro con símbolo espiral verde; él tocando mi pierna y mirando hacía sí como espejo del mundo; casas desvaneciéndose por mis ojos ensoñados; ecos de trombón y su respiración tranquiliza, despacio, al tiempo. Así, una notita en mi mano con tinta negra nos conmueve:
Reflejo: reloj sin tiempo, posa a los árboles hacia el cielo,
dejan su huella al atrás del destello…
nuestrasn palabras llenan manos,
nuestrasn palabras llenan manos,
dejan líneas sin destino sólo notas respiral…
Volteé hacia él, miraba con su dedo índice apuntando en algún lugar del aire, por fin habría descubierto que cubre al alma. Alquimia [Aquí mí alma vive], mirada que danza por las pestañas al bosquezar al mar…